Description
Nota de Cata
De color cereza cubierto con tonalidades azul y púrpura. Con una extraordinaria nariz que recuerda a arándanos, casis, humo y chocolate, torrefactos y especias con insinuaciones minerales y de tabaco. Sabroso y concentrado, presenta una diversidad de sabores que le confieren una enorme complejidad, maduro y con importante presencia de fruta, su estructura es impresionante y asombra la facilidad y dulzura de su paso por la boca, con un final que no se acaba nunca.
Nota Técnica
Las uvas con las que se obtiene este vino provienen de 12 Ha de viñedos de Cabernet-Sauvignon y 32 Ha de viñedos muy viejos de Monastrell con un rendimiento muy bajo.
Son vendimiadas en pequeñas cajas para prevenir posibles daños, posteriormente son clasificadas en una mesa de selección. El vino ha permanecido durante 24 meses en barricas nuevas de roble francés y americano para obtener su nivel de complejidad.
Varietal: 70% Cabernet Sauvignon, 30% Monastrell.
Graduación Alcohólica: 15.5%
Bodega El Nido
Los primeros pasos de esta bodega empiezan a dar sus frutos a finales del año 2001, como resultado el acuerdo de colaboración entre la Familia Gil y Chris Ringland, uno de los mejores enólogos australianos.
La primera cosecha que se comercializa es la correspondiente a la añada 2002 bajo las marcas El Nido y Clío.
En la campaña 2009 se elabora la primera cosecha de Corteo que completa la actual gama de vinos de Bodegas El Nido. La bodega está enclavada en el Valle de la Aragona, 10 kilómetros al norte de la ciudad de Jumilla, dentro del “término de arriba”, llamado así porque es la zona de mayor altitud dentro del término municipal de esta ciudad.
Bodega Juan Gil
Cuatro generaciones, un nombre.
Desde 1916, cuando Juan Gil Jiménez construyó la bodega, solo una idea clara ha movido a las siguientes generaciones a cargo de la misma:
Hacer un buen trabajo y ser orgulloso del nombre y la marca comercial de Juan Gil.
Juan Gil Guerrero, hijo de un fundador, en primer lugar, y luego su nieto Juan Gil González, mejoraron y consolidaron la bodega, aplicando el conocimiento tradicional de su trabajo transmitido de padres a hijos. Hoy en día, la cuarta generación, que une la tradición con la revolución técnica, es la que disfruta el resultado del trabajo realizado por los predecesores. El reconocimiento internacional de la calidad de nuestros vinos se resume en el nombre de Juan Gil.